**Reseña:** Este cuento corto y dulce nos enseña a los niños a afrontar sus miedos de manera gradual, con la ayuda de la amistad y el apoyo de los demás. Además, nos muestra cómo la Navidad puede ser una época para compartir y disfrutar con los amigos, incluso en la oscuridad. La combinación de animales adorables y un escenario mágico hace que la historia sea aún más atractiva para los niños de 6-7 años, creando un viaje de aprendizaje y descubrimiento.
Minilibro La carrera en la nieve
Pipón, una pequeña liebre de pelaje blanco como la nieve, estaba muy frustrado. La Navidad se acercaba y él no podía encontrar el regalo perfecto para su mejor amigo, un erizo llamado Ernesto. Quería algo especial, algo que le hiciera sonreír de oreja a oreja, pero nada parecía ser lo suficientemente bueno. Pipón se sentía como un globo desinflado, sin alegría ni energía. Suspirando con tristeza, Pipón salió corriendo al bosque. La nieve crujía bajo sus patas, y el aire frío le picaba la nariz. Corría y corría sin rumbo fijo, dejando que la frustración lo llevara. Pero mientras más corría, más ligero se sentía. La nieve, blanca y esponjosa, le ofrecía una sensación de paz. De pronto, Pipón se detuvo. Miró a su alrededor y sonrió. El bosque estaba cubierto de nieve, brillando bajo el sol como un millón de diamantes. El aire fresco llenaba sus pulmones y la sensación de frustración se desvaneció como el humo. Pipón se dio cuenta de que no necesitaba un regalo material para hacer feliz a Ernesto. Lo importante era compartir la alegría de la Navidad juntos. Pipón corrió hacia la casa de Ernesto, con una sonrisa de oreja a oreja. Llevaba un ramo de acebo rojo y verde que había encontrado en su camino, un símbolo de la felicidad navideña. Al llegar, Ernesto lo recibió con un gran abrazo y una sonrisa tan radiante como el sol de la mañana. Pipón se sintió feliz por haber encontrado una forma de expresar su cariño. Mientras disfrutaban de la compañía del otro, Pipón se dio cuenta de que correr en la nieve no solo había liberado su frustración, sino que también le había dado una idea brillante. Decidió construir un muñeco de nieve con Ernesto, usando el acebo como sombrero y decorándolo con pequeñas piñas que encontraron en el camino. El muñeco de nieve, con su sonrisa traviesa, se convirtió en el regalo perfecto para ambos amigos. ¿Qué hacía a Pipón sentir frustrado? ¿Cómo se sentía Pipón mientras corría por la nieve? ¿Qué le regaló Pipón a Ernesto? ¿Qué aprendió Pipón sobre la Navidad y los regalos? Este cuento nos enseña que la frustración es una emoción normal, pero que podemos canalizarla de forma positiva. Correr, saltar, bailar o cualquier actividad que nos guste puede ayudarnos a liberar la tensión y encontrar la paz. La Navidad es una época de alegría y amor, y compartir momentos especiales con nuestros amigos y seres queridos es el mejor regalo que podemos dar y recibir.
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