**Reseña educativa:** Este cuento trata sobre la importancia de controlar la preocupación excesiva. A través de la Sra. Claus, los niños aprenden a desviar su atención hacia actividades positivas y constructivas, como la decoración navideña, para encontrar calma y disfrutar de la alegría de las fiestas. La historia también fomenta la empatía y la comprensión hacia las emociones de los demás, como la ansiedad de la Sra. Claus.
Minilibro El Muñeco de Jengibre Frustrante
Era Navidad y en la cocina olía a canela y jengibre. Una abuela horneaba deliciosos muñecos de jengibre. ¡Todos estaban perfectos! Pero, un pequeño muñeco de jengibre, que estaba en la bandeja, se había quedado muy, muy duro. No se podía comer, se veía un poco raro, y no tenía la sonrisa de sus hermanos. El pequeño muñeco de jengibre se sintió muy triste y molesto. Se dio cuenta de que no sería parte de la fiesta de Navidad. «¡No puedo ser parte de la alegría navideña! ¿Qué voy a hacer?». Sintió que la frustración lo invadía. La abuela, al verlo triste, le dijo: «No te preocupes, pequeño. ¡Aún puedes ser útil!». Y le dio una bandeja llena de galletas sin decorar. El muñeco de jengibre tomó un pincel y empezó a decorar las galletas con azúcar y chocolate. Con cada galleta que decoraba, el pequeño muñeco de jengibre sentía que su frustración desaparecía. Sus movimientos se volvían más suaves y su tristeza se transformaba en alegría. «¡Esto es divertido! ¡Puedo ayudar a otros a ser hermosos!», pensó. Para cuando terminó de decorar todas las galletas, el muñeco de jengibre se sentía feliz y orgulloso. Habia encontrado una forma de usar su energía frustrante para ayudar a otros. ¡La Navidad iba a ser especial para él! ¿Qué sintió el muñeco de jengibre al principio? ¿Cómo lo ayudó la abuela a sentir mejor? ¿Qué hizo el muñeco de jengibre para ayudar a los demás? ¿Crees que el pequeño muñeco de jengibre estaría triste durante la fiesta de Navidad? **Reseña Educativa:** Esta fábula navideña es una herramienta perfecta para enseñar a los niños cómo manejar las emociones, especialmente la frustración. Los niños pueden identificarse con el pequeño muñeco de jengibre que se siente diferente. El cuento les muestra que hay maneras positivas de canalizar la energía negativa, como el ejercicio, la creatividad y ayudar a otros. ¡Es una historia ideal para leer en familia durante la Navidad!
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