Minilibro La Princesa de las Sombras
Luna era una niña que amaba jugar en el jardín de su casa. Un día soleado, mientras corría entre las flores, notó algo extraño. Su sombra, normalmente tan fiel, se movió de forma independiente, como si tuviera vida propia. Al acercarse a la sombra, Luna se sorprendió al escuchar una vocecita: «¡Hola! Soy Sombra, la princesa de las Sombras, y estoy atrapada en este cuerpo oscuro!». Luna, con los ojos muy abiertos, no podía creer lo que escuchaba. «Una princesa en mi sombra?», pensó asombrada. Sombra explicó que un malvado mago la había encerrado en ese cuerpo, robándole su verdadera forma. Solo en la noche de Halloween, cuando las sombras cobran vida, podría romper el hechizo. «Necesitamos encontrar la varita mágica del mago», dijo Sombra. La varita estaba escondida en el castillo del mago, un lugar oscuro y tenebroso, lleno de trampas y desafíos. Luna, con un corazón valiente, decidió ayudar a Sombra. Juntas, Luna y Sombra se adentraron en el castillo. Las paredes eran de piedra fría y las arañas tejían telarañas por todas partes. Luna, con su imaginación, convirtió las telarañas en brillantes hilos de seda y las arañas en amigables guardianes. Sombra, con su forma etérea, se deslizaba entre las sombras, evitando los peligros que se cruzaban en su camino. Después de sortear varias pruebas, finalmente llegaron a la habitación del mago. Allí, la varita mágica brillaba con una luz misteriosa. Pero, para alcanzarla, debían atravesar un lago de tinta negra que amenazaba con borrarlas. Luna, con su ingenio, encontró un barco de papel y lo llenó con brillantes estrellas de papel. Sombra, con su fuerza mágica, impulsó el barco a través del lago. Y así, juntas, llegaron a la varita mágica. Con un toque mágico, Sombra rompió el hechizo y recuperó su forma original, una hermosa princesa con un vestido de seda y un cabello que brillaba como la luna. Luna, llena de orgullo, había liberado a la princesa Sombra y, con su nueva amiga, celebró la noche de Halloween. Luna y Sombra ahora eran las mejores amigas. Cada noche de Halloween, se reunían para recordar la aventura que las había unido. Sombra, con su magia, hacía brillar el jardín de Luna con luces de colores y juntas inventaban juegos y cuentos. Luna aprendió que la magia no se limita a las varitas y los hechizos, sino que se encuentra en la amistad, la imaginación y la valentía. ¿Cómo se sentía Luna al descubrir que su sombra tenía vida propia? ¿Qué pruebas superaron Luna y Sombra en el castillo del mago? ¿Cómo crees que ha cambiado la vida de Luna después de conocer a Sombra? ¿Qué crees que hizo Luna para convertir las telarañas en hilos de seda y las arañas en amigables guardianes? ¿Cómo crees que se sintió Luna al liberar a Sombra del hechizo?
