Minilibro La Niña y el Dragón Fantasma
Luna, una niña de ojos brillantes y sonrisa traviesa, amaba Halloween. Cada año, se disfrazaba con una imaginación desbordante, y recorría las calles buscando dulces. Pero este año, algo mágico esperaba a Luna. Al final de su recorrido, en el jardín de una vieja mansión, vio una sombra. Era grande, oscura y se movía como una serpiente. Luna, con su valentía de niña aventurera, se acercó a la sombra y descubrió que era un dragón. Un dragón con ojos rojos como brasas y escamas de un verde brillante. «Hola», dijo Luna, con un tono que no reflejaba miedo sino curiosidad. «Yo soy Luna. ¿Y tú? ¿Eres un dragón?» El dragón, con un rugido que sonaba a susurro, respondió: «Soy Draco, el Dragón Fantasma. Sólo puedo aparecer en Halloween. El resto del año, soy invisible.» Luna, con su corazón rebosante de entusiasmo, le preguntó: «¿Por qué eres invisible?» Draco, con un suspiro que parecía humo, le explicó: «Un hechizo me esconde durante todo el año. Solo puedo ser visible en la noche de Halloween, cuando la magia de la celebración me libera.» Luna, con una sonrisa que iluminaba la noche, exclamó: » ¡Debo ayudarte! No puede ser justo que solo aparezcas una noche al año.» Draco, con la mirada llena de esperanza, le preguntó: «¿Cómo puedes hacerlo?» Luna, con la mente trabajando a toda velocidad, señaló un pequeño árbol con hojas doradas: «En Halloween, todo es mágico. Si buscamos un objeto mágico, lo encontraremos.» Draco, con un brillo de esperanza en sus ojos, le dijo: «Busca en ese árbol, una hoja que brille con luz dorada.» Luna, con sus ojos buscando con avidez, encontró una hoja que brillaba con luz dorada. Al tocarla, un hechizo se rompió, y Draco se hizo visible para siempre. ¿Qué crees que sintió Luna al ver a Draco visible? ¿Por qué crees que solo se podía ver a Draco en Halloween? ¿Qué crees que pasó después de que Draco se volviera visible?
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