¿Por qué se rieron las otras ardillas de Pepita? ¿Qué lección aprendió Pepita? ¿Qué le dirías a Pepita si fuera tu amiga? ¿Qué te gustaría hacer si fueras una ardilla? ¿Cómo te sentiste cuando leíste el cuento? ¿Qué crees que le enseñó el cuento a Pepita? **Reseña del cuento «La Ardilla que Quería Volar»** Este encantador cuento para niños de 6-7 años, **»La Ardilla que Quería Volar»**, es una fábula simple pero poderosa que enseña a los pequeños lectores la importancia de aceptar quiénes son y apreciar sus propios talentos. La historia de Pepita, una ardilla que deseaba volar, es **relatable** para los niños, ya que muchos niños sueñan con ser diferentes a lo que son. El uso de **hipérboles**, como la descripción de la ardilla como la más ágil, y **símiles**, como «se deslizaban por el cielo con tanta gracia», atrae la atención de los niños y les ayuda a visualizar la historia. **Las preguntas al final del cuento** invitan a los niños a reflexionar sobre los temas de autoestima, aceptación y el valor del propio talento. **»La Ardilla que Quería Volar»** es una excelente elección para leer en voz alta a los niños de primaria, ya que fomenta la imaginación y la reflexión sobre el mundo que les rodea.
Minilibro La Ardilla que Quería Volar
Era una vez una ardilla llamada Pepita que vivía en un árbol enorme. Ella amaba trepar por las ramas y saltar de árbol en árbol, era la más ágil de todas las ardillas. Pero Pepita tenía un sueño muy especial: ¡quería volar! Miraba a las aves con envidia, cómo se deslizaban por el cielo con tanta gracia, y soñaba con poder hacer lo mismo. Un día, Pepita encontró un montón de plumas brillantes que habían caído de un pájaro. Las juntó con cuidado, las ató con un trozo de tela que encontró en un nido de pájaros y se las puso en la espalda. ¡Ahora tenía alas! Pepita se subió a la rama más alta del árbol y saltó con todas sus fuerzas. Sin embargo, en lugar de volar, cayó de golpe al suelo. Las otras ardillas se rieron mucho de ella, pero Pepita no se dio por vencida. Buscó a un búho sabio que vivía en la cima del árbol más alto del bosque. Le contó su sueño y el búho, con su mirada inteligente, le dijo: «Pepita, eres una ardilla maravillosa, ágil y rápida. Pero las ardillas no están hechas para volar. Tu talento está en la tierra, en los árboles, en tu rapidez». Pepita pensó en las palabras del búho. Se dio cuenta de que él tenía razón. Ella era una ardilla, y su hogar era el bosque. No necesitaba volar para ser feliz. Volvió a su árbol y trepó con una sonrisa. Se sintió orgullosa de ser una ardilla, de ser rápida y ágil, de poder saltar de rama en rama. Pepita se convirtió en la mejor trepadora del bosque, y todos los animales la admiraban por su habilidad. Aprendió a disfrutar de su vida en el bosque, sin necesidad de volar. Después de todo, cada uno tenía su propio talento especial, y lo importante era ser feliz con lo que se era. ¿Qué le dijo el búho a Pepita? ¿Qué hizo Pepita para intentar volar? ¿Por qué se rieron las otras ardillas de Pepita? ¿Qué lección aprendió Pepita? ¿Qué le dirías a Pepita si fuera tu amiga? ¿Qué te gustaría hacer si fueras una ardilla? ¿Cómo te sentiste cuando leíste el cuento? ¿Qué crees que le enseñó el cuento a Pepita? **Reseña del cuento «La Ardilla que Quería Volar»** Este encantador cuento para niños de 6-7 años, **»La Ardilla que Quería Volar»**, es una fábula simple pero poderosa que enseña a los pequeños lectores la importancia de aceptar quiénes son y apreciar sus propios talentos. La historia de Pepita, una ardilla que deseaba volar, es **relatable** para los niños, ya que muchos niños sueñan con ser diferentes a lo que son. El uso de **hipérboles**, como la descripción de la ardilla como la más ágil, y **símiles**, como «se deslizaban por el cielo con tanta gracia», atrae la atención de los niños y les ayuda a visualizar la historia. **Las preguntas al final del cuento** invitan a los niños a reflexionar sobre los temas de autoestima, aceptación y el valor del propio talento. **»La Ardilla que Quería Volar»** es una excelente elección para leer en voz alta a los niños de primaria, ya que fomenta la imaginación y la reflexión sobre el mundo que les rodea.
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