Mini-Cuentos :

**Reseña educativa:** «La luna del invierno» es un cuento encantador que enseña a los niños la importancia de encontrar un propósito, incluso en la soledad. La luna, inicialmente triste, descubre su papel especial al alegrar a un niño. Este cuento fomenta la empatía, la compasión y la comprensión de que cada uno tiene algo único para ofrecer al mundo. El uso de imágenes y lenguaje sencillo lo hace ideal para niños de 6-7 años, animándoles a reflexionar sobre sus propias emociones y encontrar significado en sus acciones.

Minilibro La luna del invierno

La luna era una bola de queso blanco colgada en el cielo. Era invierno, y la tierra brillaba con nieve, como un gran pastel de azúcar. Las casas tenían luces de colores, como estrellas, y los niños reían mientras corrían por la nieve. Pero la luna se sentía triste. «¡Todos celebran la Navidad!», pensó, «¡Yo estoy aquí, sola, sin nadie para jugar!». Un día, mientras miraba la tierra, vio algo que la hizo sonreír. Un grupo de niños estaba haciendo un muñeco de nieve. El muñeco era grande y blanco, con una nariz de zanahoria. Y justo encima de su cabeza, brillaba una luna de papel hecha con brillantina. «¡Qué bonito!», pensó la luna, «Han hecho una luna para su muñeco de nieve». De pronto, vio a un niño pequeño que estaba triste. Estaba mirando hacia arriba, con los ojos húmedos. «A mi mamá no le gusta la Navidad», dijo el niño a la luna. «Ella dice que es solo para gente feliz». La luna, con un brillo especial, se acercó al niño y llenó la noche de su luz suave y cálida. El niño sintió el calor en su rostro y levantó la vista. «¡Wow!», exclamó. «¡La luna está brillando solo para mí!». Y sonrió. La luna, llena de alegría, se dio cuenta de que su luz no estaba solo para decorar. Podía alegrar a los niños, calentar sus corazones y hacerles sentir especiales. A partir de ese día, la luna del invierno brillaba con más fuerza. Sabía que tenía un propósito, aunque estuviera sola en el cielo. Sus rayos cálidos iluminaban las calles, llenaban de alegría a los niños y les recordaban que, incluso en invierno, la luna siempre los cuidaba. La luna del invierno ya no se sentía triste. La Navidad era para todos, y ella, con su luz mágica, también formaba parte de la celebración. **¿Cómo se sentía la luna al principio? ¿Qué hizo el niño pequeño para que la luna se sintiera feliz? ¿Qué crees que sintió el niño cuando la luna brilló para él? ¿Por qué la luna se sentía feliz al final?** **Reseña educativa:** «La luna del invierno» es un cuento encantador que enseña a los niños la importancia de encontrar un propósito, incluso en la soledad. La luna, inicialmente triste, descubre su papel especial al alegrar a un niño. Este cuento fomenta la empatía, la compasión y la comprensión de que cada uno tiene algo único para ofrecer al mundo. El uso de imágenes y lenguaje sencillo lo hace ideal para niños de 6-7 años, animándoles a reflexionar sobre sus propias emociones y encontrar significado en sus acciones.

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