**La Mariposa Impaciente**
Pip, una pequeña mariposa de alas color sol, era terriblemente impaciente. Le desesperaba esperar. Si una flor no se abría al instante, se enfadaba. Si el viento no la llevaba justo donde quería, ¡bufaba! Todos sus amigos, las abejas, las luciérnagas y las libélulas, la encontraban muy, muy difícil. Un día, Pip vio a una sabia Tortuga, sentada tranquilamente bajo un árbol de cerezo en flor. Pip, impaciente como siempre, le preguntó: «¿Por qué eres tan lenta? ¡Mira lo rápido que vuelo yo!». La tortuga sonrió despacio, con su amable sonrisa de siempre. La Tortuga le explicó que la prisa no era buena amiga. Que disfrutar de las cosas bonitas, como el néctar de una flor o la suave brisa, solo se podía hacer con paciencia. Pip no lo entendía del todo, pero decidió intentarlo. Pip decidió seguir a la tortuga. Vio una oruga comiendo una hoja, una araña tejiendo su red con infinita delicadeza, una hormiga llevando un grano mucho más grande que ella. Cada una hacía su trabajo tranquilamente. Pip aprendió a observar las cosas con calma. Empezó a disfrutar del olor de las flores, el suave roce del viento en sus alas, el cálido sol en sus pequeños patitas. Vio la belleza en cada instante, incluso en la espera. Poco a poco, Pip dejó de ser tan impaciente. Descubrió que las cosas bonitas llegan cuando deben llegar y que disfrutar del camino es tan importante como llegar al destino. Ahora, Pip era una mariposa alegre y paciente, admirando cada momento, incluso cuando tenía que esperar. ¿Qué aprendió Pip de la tortuga?, ¿Qué otras cosas bonitas vio Pip además de las que se mencionan?, ¿Crees que Pip volverá a ser impaciente? ¿Cómo te sentirías si fueras Pip al principio de la historia? **Reseña Educativa:** «La Mariposa Impaciente» es una fábula encantadora que introduce el concepto del mindfulness y la paciencia a los niños de una forma accesible y divertida. A través de una historia sencilla con personajes entrañables, se enseña la importancia de apreciar el presente y disfrutar el proceso, más allá del resultado. El uso de metáforas y la narrativa atractiva hacen que el mensaje sea fácilmente comprensible y memorable para los pequeños lectores, fomentando la reflexión sobre la gestión emocional y la paciencia. Es una lectura ideal para fomentar la calma y la autoconciencia en los niños.
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