**Reseña:** Este cuento trata sobre la frustración y cómo el humor puede ayudarnos a superarla. Los niños aprenderán la importancia de la amistad, la alegría y la risa. La historia usa un lenguaje sencillo y divertido, ideal para niños de 6-7 años. Además, el final positivo y esperanzador transmite un mensaje de optimismo y resolución.
Minilibro ¡Jajaja! El Chiste Navideño de los Duendes
En el taller de Santa Claus, los duendes trabajaban sin descanso. Era Navidad y había muchos juguetes que hacer. Los duendes eran rápidos, pero tantos pedidos los hacían sentir un poco frustrados. Un duende llamado Pip estaba tan cansado que empezó a gruñir, «¡No puedo más! ¡Quiero un descanso!». Otro duende, llamado Pipón, se rió y dijo, «¡Tranquilo Pip! ¡Un chiste te ayudará a sentirte mejor!». Y así, Pipón le contó un chiste: «¿Por qué el reno Rudolph siempre se ríe? Porque tiene un nariz roja que le hace gracia a todos!». Pip se rio a carcajadas y se sintió mejor. Los otros duendes escucharon el chiste y se animaron. Pronto, el taller se llenó de risas y chistes. Los duendes inventaron chistes sobre los juguetes, sobre Santa y sobre la nieve. Cada chiste nuevo llenaba el taller de alegría y hacía que el trabajo fuera más divertido. Santa Claus estaba sorprendido. «¡Nunca había visto a mis duendes tan felices!», exclamó. «¡Parece que los chistes son la mejor medicina para la frustración!». Desde ese día, los duendes siempre contaban chistes en el taller, y todos trabajaban felices y con energía. La Navidad llegó y todos estaban contentos. Los niños recibieron sus regalos y Santa Claus se sintió orgulloso de sus duendes. Los duendes aprendieron que el humor es una buena manera de superar los momentos difíciles, incluso cuando hay mucho trabajo por hacer. ¿Crees que Pipón era un buen amigo? ¿Qué te hace gracia a ti? ¿Qué chistes te gustan? ¿Por qué crees que los duendes se sentían frustrados? **Reseña:** Este cuento trata sobre la frustración y cómo el humor puede ayudarnos a superarla. Los niños aprenderán la importancia de la amistad, la alegría y la risa. La historia usa un lenguaje sencillo y divertido, ideal para niños de 6-7 años. Además, el final positivo y esperanzador transmite un mensaje de optimismo y resolución.
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